Cosas del Orinoco, que las Ong no dicen y los medios tampoco
Hace un mes, Rocío Silva Santisteban contó en un artículo, publicado en versión recortada en La Republica y completa en el portal La Mula que junto a una delegación de Ongs peruanas había llegado a Caracas para reunirse con sectores de la oposición venezolana.
Hay que aclarar que el paso de dicha delegación paso más inadvertida que lagrima en lluvia torrencial, y que si a los medios de comunicación enemigos de la revolución no les causo mayor importancia, mucho menos al venezolano de a pie.
Desde luego que la real intención de la visita era otra. Venían en auxilio de la Ong Provea que aquí se dedica a dar informes “armados” para crear la sensación de que se vive una dictadura feroz. Y que, desde luego, tienen los mismos financistas de las Ongs peruanas en su mayoría: USAID, Instituto Republicano, Instituto Demócrata, etc.
Entidades que creen que libertad de expresión es derecho de difamación. Que creen que a nombre de la democracia pueden financiar grupos golpistas. Que hablan de Venezuela pero responden a sus jefes en EEUU.
Curiosamente la señora Santisteban habla de una criminalidad en Venezuela que no existe, más que en los números que sus amiguitos alucinan. En este país entero no hay 27 mil pandilleros como los hay solo en Lima. Aquí nadie te rompe las lunas de autos en paraderos para arrancharte el celular o el bolso, ni hay secuestros al paso como cosa cotidiana, ni violan mujeres mañana, tarde y noche como sucede lamentablemente en nuestro país.
Pero la Ong que ella defiende en Venezuela, resulta que defiende a su vez a los paramilitares, colombianos en su mayoría, que tenían tomados algunos barrios. Infiltrados como parte de una estrategia para generar caos y que el Pentágono junto a la derecha golpista financia, y que el gobierno combatió para el bien de los vecinos de esas zonas, que se sienten agradecidos por tomar el toro por las astas.
Pues bien vamos a “enterarnos” de algunos otros grupos con los que se reunió la señora Santisteban. Bandera Roja: otrora grupo guerrillero maoísta. Recibieron miles de dólares del NED (Fundación Nacional para la Democracia) norteamericano para derrocar a Chávez antes y ahora a Maduro, sin mayor éxito. Son el brazo armado de la derecha golpista, los encargados de desarrollar la violencia en las calles cuando llaman a movilizarse.
Extraños realmente, mientras sus aliados como Capriles o López dicen que Venezuela está a punto de convertirse en la Cuba de los Castro, la China de Mao o la URSS de Stalin, Bandera Roja dice que aquí no hay socialismo y que combaten contra el capitalismo ortodoxo de la Revolución Bolivariana.
En el bloque de “Sindicatos” se reunieron con la Central de Trabajadores de Venezuela. La CTV, como no podía ser de otra manera, también recibe fondos del imperialismo. De curiosos líderes que hablan de democracia pero jamás fueron elegidos por nadie durante décadas. Y que participaron activamente del golpe de estado contra el presidente Chávez el 2002, lo que significó su suicidio como organización de los trabajadores. Como bien dice la señora Santisteban en Venezuela los sindicatos pasaron de 1600 en el 2000 a más de 4800 al día de hoy. Y seguro habrá más en los años venideros, reunidas en distintas centrales.
Cosa que en lugar de horrorizar, debería alegrar a cualquiera que tenga espíritu democrático. No, en Venezuela no hay “capos” a los que hay que pedirle permiso para organizar un sindicato. No hay eternos dirigentes que se pintan de rojo pero que viven de sus turbias negociaciones con los explotadores. No existen sindicatos que se agarran a balazos por obras de construcción civil.
Además es bastante caradura que vengan a criticar el tema sindical en un país donde los derechos de los trabajadores están resueltos, cuando son justamente las Ong, al menos en el caso peruano, las que no permiten que sus trabajadores se sindicalicen o las que piden que acepten rebajas de sueldo si quieren seguir en sus puestos. O que priorizan a los amigos, parejas o familiares cuando algún puesto esta libre para ocupar.
Otra organización con la que se reunieron fue el MÁS, autodenominado socialista, que esta con la derecha neoliberal venezolana. Si, así de contradictorio. Un pequeño grupo como cualquier colectivo limeño. Dicen ser chavistas-antimaduristas. Preguntando para este artículo, un amigo creyente como yo me dio la frase perfecta: “decirte chavista-antimadurista, es como decirte cristiano-diabólico”. Tan absurdo como eso.
Pero bueno, el imperialismo y sus agencias habían entregado al 2013 al menos 57 millones de dólares a todo el que se diga opositor, y para muchos eso es suficiente para inventar cualquier justificación ideológica. Con la plata baila el mono como quien dice.
La señora Santisteban en su comunicado, nos anunciaba, cual final apocalíptico, un Paro Nacional en Venezuela para el 7 de Octubre. Ya estamos a día 20 y por estas calles no hubo ni una movilización. Es más, el llamado de levantamiento ciudadano por la sentencia al criminal de Leopoldo López tuvo tan poca acogida que no se han atrevido a convocar nuevamente.
De las cosas que si habría que reprocharle a la delegación “derecho-humanista” es que no se haya reunido, por ejemplo, con el Comité de las Víctimas de las Guarimbas, que agrupan a los familiares de los 43 muertos y cientos de heridos por el llamado golpista del 2014. Tal vez sus oídos no hubieran resistido escuchar como las guayas degollaban motorizados, como los francotiradores daban en el blanco, como se quemaban centros de salud para menores, como se incendiaban los buses de transporte público, como se les daba armas y pagaba a jóvenes con dinero, drogas y alcohol para la asonada. Y que la sentencia a López les parece muy poco.
Deje esto para el final: la Señora Santisteban llama socialdemócrata hiperliberal a Leopoldo López y más moderado a Capriles, ambos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Y suena hasta divertido sino fuera una mentira atroz. La MUD es de extrema derecha, con alas fascistas, violentas y terroristas. Neoliberales y entreguistas como buen brazo político de la oligarquía pro imperialista.
Sino que expliquen que hacia Lorenzo Mendoza, una de las cartas presidenciales de la MUD y presidente de la Empresa Polar, la más importante de Venezuela, negociando con el economista Ricardo Haussmann a nombre del FMI, un “plan de ajuste” a cambio de entregar Venezuela por 50 o 60 mil millones de préstamos.
Es decir, entregar el petróleo a los gringos, acabar con las misiones y derechos sociales de alimentación, educación, salud, trabajo y vivienda que goza cualquiera que viva en Venezuela. Si el 2002, golpe de estado de por medio, la derecha desapareció la constitución socialista, las instituciones y los derechos ganados de un plumazo, ahora piensan hacer lo mismo. Aunque para eso tengan que matar a la población, como en el Caracazo de 1989 que tuvo de detonante un “plan de ajuste” del FMI.
En diciembre habrán elecciones a la Asamblea Nacional y ya hubo primarias en mayo pasado donde la participación del PSUV fue inmensamente mayor (más de tres millones) que el de la MUD opositora (poco más de medio millón). Y este domingo el simulacro de elecciones llevo al menos un millón 300 mil participantes con más de 12 mil testigos. Es decir, aquí la democracia se fortalece y profundiza con la participación protagónica de la población.
Pero ya comenzó la lloradera. La MUD pasó de un discurso triunfalista a inicios del año, cuando la guerra económica afecto la aprobación del gobierno, a decir que no aceptaran otro resultado que no sea el que ellos tengan de sus representantes en las urnas. Así de autoritaria es su posición.
Aunque en batalla no hay tiempo para dormirse, es buen síntoma que nuevamente estén con ese rostro de desesperación: es señal que una nueva victoria se acerca.
Hasta la Victoria Siempre
GUILLERMO BERMEJO ROJAS, MARTES, 20 DE OCTUBRE DE 2015
Escrito por
Afiliate: info[@]prcperu.org - COLECTIVO PERUANOS BOLIVARIANOS REVOLUCIONARIOS
Publicado en
Afiliate: info[@]prcperu.org - INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA